Con cierta frecuencia se escucha (sobre todo en tiempos electorales) el reclamo de miembros de las comunidades, respecto a que tal o cual actividad productiva que se desarrolla en su comuna, no aporta al presupuesto comunal, en una proporcionalidad concordante al tamaño de la misma. La gente generalmente dice: “trabajan acá, producen acá, mueven sus productos acá, y nosotros solo vemos pasar la plata por los caminos y se va. Y menos comprensible aún, es que comunas del barrio oriente de la capital, en donde ni siquiera cultivan una lechuga, se llenen de la plata, que acá se produce”.
En realidad es poco comprensible que comunas del Maule, como Teno o Romeral y sus frutales, Molina con sus viñas, Retiro o Parral con sus arroceras y álamos o Empedrado y Constitución con sus forestales, por poner solo algunos de los múltiples ejemplos, sean comunas que tengan carencias en servicios o inversión pública y privada.
El motivo es simple y muy conocido por todos, en general las empresas, de todo tamaño, solo cancelan algunas patentes básicas en la comuna, pero lo más relevante, que es la tributación por la venta, no se hace en la comuna, todo tributo de esta naturaleza es centralizado y después por distintos fondos, sectoriales, como el fondo común municipal, regresa una porción de ello. Así lo establece la legislación al respecto. Es decir no se trata de una mala voluntad de cada empresa productiva, se trata de la ley vigente.
Un contrapunto, es que sucede con aquellas comunas que tienen poca actividad productiva.
Abramos el debate. Es como de lógica pensar y creer que si una comuna es rica en actividad productiva y quienes la ejercen tributan conforme a lo establecido, entonces deba existir una proporcionalidad de ese recurso, re invertido o gastado en la misma comuna. Veamos un ejemplo simple, pero real: en la comuna de Empedrado, muy rica en actividad productiva maderera con más de una docena de empresas instaladas, su comunidad no tiene sucursal de ningún Banco, (lo que podría ser comprensible por su masa crítica poblacional), pero de ninguna manera es comprensible que ni si quiera tengan un cajero automático y el más cercano está a más de 90 kilómetros (ida y vuelta) en Constitución. Irónicamente estamos pasando por una cuarta revolución industrial en toda la humanidad, cual es la de la digitalización.
Entonces, ¿no será bueno ir pensando en una descentralización tributaria, con una formula en donde se aplique el concepto equidad y proporcionalidad?