En distintos medios de comunicación, con cierta frecuencia (la que aumenta en períodos electorales) se observan propuestas o solicitudes de dividir administrativamente regiones, planteando esto, como si por arte de la magia administrativa, se solucionaran problemas, la mayoría de gestión. Los problemas en casi todas partes, se resuelven con soluciones aportadas a partir del trabajo y la gestión eficiente y eficaz de sus comunidades, el resto es una posición mas bien de maquillaje.
Vamos a lo central en esta opinión. Sumar en lugar de dividir, Sumar esfuerzos, trabajo y visión estratégica. Algunos datos:
Las regiones Maule y OHiggins unidas en algunas de sus estadísticas exportadoras (Odepa – 2018), generan, la friolera de 5.956 millones de dólares en exportaciones, siendo sus principales rubros la fruta (fresca o procesada) con M US$ 3.168, Vinos con M US $ 886, carnes (ave y porcina) con M US $ 595, productos de la madera con al menos M $ US 388 y una decena de otros productos como miel, semillas, hortalizas, lácteos, tuberculos etc. Todo lo indicado, suma un 33 % de las exportaciones nacionales, en el rubro. Dicho en palabras más claras: un tercio. No es poco, al contrario, es bastante. Es una cifra con peso específico.
Estimado lector, ¿ha recorrido las rutas que se deben recorrer para sacar productos desde estas regiones, hacia los puertos de San Antonio o Bio Bio, que es por donde debemos salir al mercado internacional?. Rutas diseñadas el siglo pasado, sin estándares productivos, ni menos, competitivos. Hoy se habla del mega puerto nuevo de San Antonio, pero no se habla de la carretera para acceder a esa tremenda obra. Nada se dice de la conectividad eficiente para sacar los productos del secano costero del Maule u OHiggins, que van a puertos del Bio Bio.
Es incoherente que estas dos regiones con vocación exportadora, no tengan conectividad exportadora. Más incoherente aún, que no exista puerto ni aeropuerto, (ambas con viabilidad técnica) dejando al Maule competitivamente lejos. Viajar de Santiago a Constitución o viceversa, toma aproximadamente el mismo tiempo que ir de Arica a Coyhaique en avión; no cuadra. Ese costo lo pagan los productores.
A todo lo anterior, se le podría sumar, la publicitada ruta internacional Pehuenche, de buena calidad, pero por la que no está autorizado pasar productos producidos en Maule, hacia Argentina, como por ejemplo la madera de nuestras pymes.
Algo aquí, no se aprecia con enfoque sistémico.