¿Qué ocurrió cuando iba persiguiendo a Isaac Escanilla?
“Llega un momento en que pego un salto en mi moto y caigo junto con ella. Me puse de pie. Supongo que esta persona ingresó al canal Baeza y me voy en esa dirección. Llego hasta la rivera e ingreso a unos sauces. Al no saber qué objeto portaba esta persona, determiné que podría verse en peligro mi vida. Desenfundo mi arma que llevaba en la pierna derecha, bajo el seguro porque me estoy metiendo a un lugar oscuro y enciendo la linterna del celular. Avanzo unos metros y veo lo que a mi parecer es una silueta humana”.
¿En qué momento y porqué disparó?
“Cuando voy llegando a una especie de cascada, me agacho para pasar debajo de las ramas de un sauce y se me cae el celular al agua desde la mano derecha. Quedo a oscuras en un lugar frondoso. En ese momento, cambio el arma a mi mano izquierda, porque soy zurdo, me resbalo y caígo de pie a la orilla de la cascada. Luego, al momento de resbalar, me fui hacia atrás y pude percutar o apretar el gatillo y que se haya salido el disparo. Solamente me percaté de esto por el destello de luz. Retrocedí, me mantuve en el lugar y comencé a hablar por radio”.
¿Sintió algún ruido o grito de que le hubiera dado a la víctima?
“En ese momento no escuché ruidos o alguna señal de auxilio, alguna persona lesionada o alguna cosa que pudiera darme la posibilidad de saber que había alguien herido, porque me encontraba solo. Después llegaron vehículos policiales por ambos costados del canal Baeza. Algunos descendieron al canal para ayudarme y otros buscaron por el canal, hasta su desembocadura por el río Claro. Señalo que esta persona puede haber caído al canal y podría estar mojado. Yo lo supongo, no es que lo haya visto. Nadie encontró nada luego de buscar por más de treinta minutos”.
¿Qué hizo después?
“Les di a todos gracias por la colaboración y les pido que se retire del lugar. Vuelvo a la unidad policial, en la Cuarta Comisaría, ingrese a mi oficina, retiré una munición que mantenía de larga data y la repuse a cambio del disparo que había efectuado. Repuse la munición y concurrí a la sal de armas, donde la entregué desarmado, con todas sus piezas y la munición completa. Luego, dejé una vaga constancia en la hoja de ruta, no en el libro de guardia, de que yo había concurrido al canal Baeza, que se me había escapado una persona y que había pedido apoyo”.
¿Y al día siguiente?
“Llegué temprano a la unidad policial. Tomé desayuno con mi comisario y le conté lo que había ocurrido en forma anecdótica, de que se había dado alguien a la fuga y que no lo pude encontrar. Me quedé de servicio y fui de estafeta a entregar documentación de la comisaría a los tribunales. En eso, tuve tiempo para ir a un local Movistar para recuperar el chip del teléfono que se me había caído al agua”.
¿Volvió al lugar del incidente?
“Como a las 12.30 concurro nuevamente al lugar. Me entrevisté con una persona, le dije que el día anterior había concurrido y que se me había escapado alguien. Él me respondió que lo sabía. Le pedí a esa persona si me puede ayudar a recuperar el celular. Pero me dijo que el canal es muy profundo y no lo hizo, aunque le ofrecí dinero para que me lo devolviera si lo encontraba”.
¿Qué ocurrió el día que apareció el cadáver?
“Unos días antes, me dijeron que se había realizado una denuncia por presunta desgracia. El día del hallazgo, el mayor me llamó y fui a la comisaría. Cuando me pregunta lo que pasó, le digo que ese día se me salió un disparo accidental y que no di cuenta por temor a un sumario administrativo. Luego llegó la fiscalía administrativa, por no haber dado cuenta del uso del arma de fuego. Con posterioridad, concurrí con mi abogado a la fiscalía a prestar declaración voluntaria. En ese lugar, había funcionarios de la PDI que estuvieron presentes”.