¿Cómo se interpreta la invasión a Ucrania?
“La escalada del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania que, en las últimas semanas hemos visto cómo aumenta en intensidad, llegando al desenlace concreto de la invasión, no es más que el reflejo de una intensa conflictividad entre la OTAN, los principales gobiernos o potencias europeas y Rusia.
Esto dado que Rusia vivió una división territorial de lo que fue la ex Unión Soviética y que repercutió en la creación de 14 nuevos países derivados de su extenso territorio. Allí encontramos precisamente a Ucrania. Por lo tanto, esto no es más que el desenlace de una situación geopolítica que venía ya generándose muy fuertemente, incluso, desde el año 2014”.
¿Desde cuándo que no se alcanzaba esta situación de crisis?
“El gobierno actual en Ucrania es más prooccidental que propuso. Y eso ha generado cierta rivalidad con Rusia. Este escenario geopolítico no se veía o al menos en la intensidad que estamos comenzando a ver y que podría alcanzar, desde la segunda guerra mundial.
Hay que recordar que Alemania también tuvo entre sus argumentos para invadir Austria y Checoslovaquia, fue precisamente integrar territorios que antiguamente eran parte de su imperio. Por lo tanto, la lógica geopolítica territorial es muy similar”.
¿Podría ocurrir ahora algo similar?
“Lo que se teme es que, al igual que lo que ocurrió en la segunda guerra mundial, cuando Alemania tuvo aspiraciones mayores invadiendo otros países para alcanzar hegemonía en toda Europa, pudiese ahora también ser esto similar en el caso del gobierno ruso, que podría querer integrar territorios que fueron separados cuando cae la Cortina de Hierro. Se teme que pretenda contar con un espacio de territorio mayor, atendido que existe mucha rivalidad entre occidente y oriente”.
¿Qué ocurre con los efectos económicos a nivel planetario y local?
“Respecto a lo económico, hay que considerar que acá el impacto se produce en lo que son las denominadas materias primas, básicamente, estamos hablando del gas y el petróleo en el caso de Rusia, en el caso de Ucrania del trigo.
Esto lo que hace, dada la conflictividad y la importancia de estos países en la producción de gas y petróleo, sumado a los alimentos, es que tengan ahora un precio todavía mayor. Ya había alzas en materias primas en el mundo, con la pandemia, por un tema relativo a la reducción en la producción.
Pero esto se puede agravar todavía más y muy probablemente hará que el petróleo suba por sobre los 100 dólares el barril. En el caso nuestro, el otro impacto es por el precio del dólar. Chile es un país donde, generalmente, ante conflictos internacionales, los agentes del mercado toman posición de resguardo, apostando a la moneda extranjera, específicamente, al dólar, en contra de la moneda local”.
¿Qué puede significar este fenómeno de la compra masiva de dólares?
“El alza se produce por la gran compra de dólares en el mercado interno. Y el dólar ya tuvo un crecimiento importante respecto de las jornadas anteriores, probablemente, eso se mantendrá mientras se extienda el conflicto. Es decir, los indicadores van a seguir subiendo. Y con ello van a subir los precios internos”.
¿Nuestra dependencia energética del petróleo es un factor decisivo?
“Nosotros somos muy dependientes de lo que es el petróleo y el combustible, en general, incluyendo el gas. Por lo tanto, si eso ya era un problema, va a seguir todavía mayor. Ocurre que teníamos un precio del dólar que había atenuado las alzas en el combustible, pero ahora con esta situación de Ucrania, dado que Chile toma posiciones comprando dólares como resguardo frente aun conflicto bélico mundial, muy probablemente el dólar va a subir. Estos elementos confluyen en el alza que vamos a tener a nivel local”.
¿Cómo será la cadena de impactos para que llegue hasta el bolsillo de las personas?
“El mayor costo en el transporte interno va a incidir en los precios. Ya sabemos lo que ha implicado este costo del transporte en los bienes y servicios que se generan en nuestra economía. Esto debería tener una repercusión todavía mayor. Por lo tanto, los bienes y servicios, es decir, la canasta de consumo promedio en Chile va a subir. Hablamos del IPC. Este índice ya estaba bordeando el 8% en doce meses y, probablemente, ahora va a tener un crecimiento mayor. Así durante el primer semestre de este año y dependiendo de lo extenso de la guerra, esto pueda subir todavía más”.
¿Podrían reajustarse nuevamente las tasas de interés desde el Banco Central?
“Ocurre que anexado a la inflación se podrían reajustar al alza las tasas de interés. El Banco Central ya las estaba subiendo y probablemente tengamos más alzas, tal como se había anunciado. A no ser que se cambie la política por una reactivadora, pensando que vamos a tener un impacto muy negativo de esta situación externa, pero eso está por verse”.
¿Qué ocurre con la matriz energética?
“Uno de los elementos a considerar como algo que deberíamos seguir insistiendo, como país, es impulsar la generación de energías renovables no convencionales. Es así como Chile ha tenido una legislación para integrar a nuestra matriz energética estas fuentes limpias que han crecido y superado el 10%. Eso debería seguir y es muy importante. Porque estos conflictos que están asociados a materias primas de las cuales dependemos, nos llama a ser más independientes y tener una matriz más asociada a energías limpias. Chile tiene muchas riquezas naturalezas que podemos seguir explotando para generar energía”.
¿Las caídas de las bolsas incidirán en los fondos de las AFP?
“Es un tema que es normal, porque las bolsas van a caer el mundo. Lo cual va a hacer caer los fondos de pensiones, especialmente, aquellos asociados a los A y B que están ligados a inversión en acciones que es renta variable. Si ya venía cayendo ese tipo fondos, lo va a hacer más con el desplome de las bolsas. Hace un tiempo esta realidad era distinta, pero hoy día los fondos D y E van a ser los mejores porque se sustentan en instrumentos de renta fija”.