Liderar los cambios que la sociedad necesita para terminar con la desigualdad de género es el principal objetivo que une a todas las organizaciones feministas. No es una frase cliché. Muy por el contrario, es un propósito -uno muy real- que están decididas a concretar.
Desde el Colectiva Hijas del Trueno, organización que se fortaleció con el denominado “estallido social” al ser parte activa de las movilizaciones en Talca apoyando las demandas ciudadanas e instalando las propias, es que surge la idea de construir un nuevo mundo, donde no exista discriminación por género y se reconozca el aporte que hace la mujer a la sociedad y que históricamente ha sido menospreciado.
En ese contexto, este lunes 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer. Para el Colectiva Hijas del Trueno es una fecha dolorosa en la historia femenina, porque se recuerda la muerte de 120 mujeres trabajadoras en una empresa textil que participaron en una huelga, exigiendo igualdad de condiciones laborales entre otras reivindicaciones sociales. Sin embargo, fueron encerradas en la fábrica y incendio mutiló sus vidas, pero no el espíritu de lucha que ha sido inspirador para las siguientes generaciones.
Paula Retamal como parte del Colectiva Hijas del Trueno, sostuvo que “el feminismo se ha convertido en luchar por cosas que quizás no disfrutaremos para nosotras, pero entregará condiciones de dignidad a quiénes nos siguen. El 8 de marzo es una de las fechas más importantes de nuestra historia como luchadoras, pues estamos a punto una elección histórica que incorpora en sus bases la paridad, como un instrumento que permita equiparar las desigualdades que tenemos las mujeres para participar en política”.
Instalar la igualdad como un derecho es justamente lo que las organizaciones feministas esperan fomentar este lunes a través de diversas acciones públicas. Paula Retamal agrega que “el nuevo 8 de marzo nos permite, previo a un proceso constitucional, poner temas en la discusión pública y política que nunca antes habíamos dimensionado. El reconocimiento del trabajo reproductivo y doméstico, trabajo que históricamente hemos asumido las mujeres y ‘gratis’, bajo el alero de la división sexual del trabajo. Y lamentablemente para nosotras, está amarrado al amor, por lo cual, es un trabajo no reconocido y hasta a veces ninguneado por quienes dicen incluso amarnos”.
Paula Retamal explicó que existe un doble discurso en torno a las labores domésticas y al cuidado de otros, señalando que “desde mi punto de vista, creo que hemos llegado a lo más esencial de la emancipación de nuestra vida, que es desmitificar todos esos roles que se nos han impuesto y que han terminado por marginarnos a solo hacer cosas para otros y no para nuestras propias vidas. Si nuestro trabajo se reconociera, seriamos el 21% del PIB anual de nuestro país”.
Agrega que “el Covid y la pandemia han puesto en el centro del debate la necesidad de un Estado cuidador, que no solo garantice la responsabilidad equitativa de padres y madres a la hora de asumir la labor de cuidado y trabajo doméstico, sino también uno que salga de la lógica biologicista de cómo entendemos cuidar y tome un rol importante para involucrar no solo a la familia y al Estado, sino también a la comunidad y a los privados, de manera de enfrentar con corresponsabilidad social y colectiva una labor que beneficia y es tarea de todas y todos”.
Para el Colectiva Hijas del Trueno estas demandas son su gran bandera de lucha ante una sociedad que invisibiliza constantemente el trabajo de la mujer. Retamal lo explica como “el más importante para el sustento de la sociedad. No es casualidad que por el cierre de los colegios seamos nosotras quienes hayamos retrocedido 10 años laborales por asumir el cuidado de nuestros hijos, y que la doble carga laboral se haya aumentado por el denominado teletrabajo… La nueva Construcción del mundo que esperamos que tenga cara de mujeres y, desde acá, trabajamos incansablemente para ello”.
A NO BAJAR LOS BRAZOS
La coordinadora feminista 8 de Marzo (8M) del Maule reafirma la necesidad de un reconocimiento social del trabajo de cuidado que realizan las mujeres que, con dobles y triples jornadas de trabajo, siguen sosteniendo la vida. Además, denunciar el aumento de la violencia en los hogares, principalmente, hacia las niñas y las mujeres.
“Para nosotras, la desigualdad es el pan de cada día. Nuestro trabajo diario en el hogar, las actividades domésticas y de cuidados, no se ven como un trabajo, no tienen reconocimiento social ni remuneración y, sin embargo, son la base de todas las actividades económicas de nuestro país. Y aún si estamos en el mundo del trabajo remunerado, existe una tremenda brecha salarial entre hombres y mujeres de alrededor de un 27 %”, indica la agrupación.
También comentan que el modelo económico actual se basa en la desigualdad y que “en pandemia ha quedado en evidencia, una vez más, las profundas diferencias que existen entre quienes habitamos este territorio. No es la misma educación la que han recibido niñas, niños y adolecentes. No es la misma calidad de salud a la que podemos acceder en caso de enfermedades”.
Desde la Coordinadora 8M explican que “por estas razones, entre otras, este 8 de marzo busca ser un día marcado por el repudio hacia el Gobierno, el terrorismo de Estado, la represión, el toque de queda, la impunidad y la militarización en las diferentes ciudades de Chile y Wallmapu, además de denunciar la continua violencia hacia las infancias, las mujeres e identidades disidentes, las cuales han significado muchas muertes en este inicio de 2021”.