¿Cuál fue la decisión?
Sin opiniones disidentes, al contrario de lo que ocurrió la última vez, ahora el Consejo del Banco Central resolvió -en su reunión de policía monetaria-aumentar la tasa de interés de política monetaria en 50 puntos base, llegando al 11,25%.
¿Qué va a pasar en diciembre cuando se vuelva a reunir el Consejo?
En ello se aclara que «la tasa de política monetaria ha llegado al nivel máximo del ciclo iniciado en julio de 2021 y que se mantendrá en este valor por el tiempo necesario para asegurar la convergencia de la inflación a la meta en el horizonte de política de dos años. Los riesgos del escenario macroeconómico son elevados y sus implicancias de corto y mediano plazo deben ser evaluadas cuidadosamente. El Consejo permanecerá atento al desarrollo de estos eventos y reafirma su compromiso de conducir la política monetaria con flexibilidad, de manera que la inflación proyectada se ubique en 3% en el horizonte de política», señala el comunicado oficial.
¿Cuál es el contexto a futuro?
«Las perspectivas de crecimiento mundial y las condiciones financieras internacionales se han deteriorado. La inflación mundial ha seguido dando señales de mayor persistencia, los bancos centrales han continuado elevando sus tasas de referencia y las expectativas de mercado apuntan a un prolongado ajuste monetario en las economías desarrolladas. Los mercados financieros globales mantienen elevados niveles de volatilidad. El dólar ha continuado fortaleciéndose a nivel mundial, los mercados bursátiles han disminuido y las tasas de interés de largo plazo han aumentado. Los precios de las materias primas han mostrado vaivenes. En los días previos a la Reunión, el precio del barril de petróleo se ubicó en torno a US$90 y el de la libra de cobre cercano a US$3,5», añade la nota.
¿Cuál es al situación en materia financiera?
Al respecto, el Banco Central destaca que «el mercado financiero nacional se ha acoplado a las tendencias globales recientes. Respecto de la Reunión previa, el tipo de cambio se depreció en torno a 5%, las tasas de interés de largo plazo subieron –especialmente las en UF– y el IPSA registró pérdidas. El crédito bancario sigue desacelerándose, en medio de condiciones de oferta que permanecen restrictivas y una demanda que se percibe debilitada para todos los segmentos».
¿Cuál es la visión respecto a los sectores productivos?
«En agosto, el componente no minero del Imacec (+1,3% anual; +0,7% mensual desestacionalizado) resultó algo superior a lo previsto en el IPoM de septiembre, principalmente por la mayor actividad de algunos servicios. Sin embargo, rubros como el comercio, la industria y la construcción presentan caídas relevantes en sus niveles de actividad, en línea con lo anticipado», destaca.
¿Y respecto al gasto y el empleo?
En estos dos puntos, la nota del Banco Central destaca que «por el lado del gasto, los indicadores relacionados con el consumo privado muestran que este ha seguido disminuyendo. Aquellos ligados a la inversión continúan débiles, aunque con alguna resiliencia en sectores específicos que han dinamizado las importaciones de maquinarias y equipos. En el mercado laboral, sigue observándose un estancamiento de la creación de empleo y la disminución de las vacantes. La tasa de desocupación y de participación no muestran grandes cambios. La variación anual de los salarios reales continúa en valores negativos. Los índices de confianza de consumidores y de empresas permanecen en la zona de pesimismo, si bien exhiben algún repunte en lo más reciente».
¿Cuál es el análisis respecto a la inflación?
En este punto, se hace notar que «en septiembre, la inflación total llegó a 13,7% anual, disminuyendo levemente respecto del registro de agosto. La inflación subyacente, en cambio, aumentó hasta 11,1% anual. Respecto del IPoM, la inflación acumulada en los últimos dos meses ha sido superior a lo previsto, principalmente por el mayor aumento de los precios de algunos alimentos. Las expectativas de inflación a dos años plazo continúan por sobre 3%».