José Miguel Carrera es su hermano, Manuel Rodríguez su vecino y ella es Javiera Carrera. Pero lejos de los conflictos entre patriotas y realistas, en esta oportunidad, los esfuerzos de ésta última no se centrarán en luchar por la Independencia; más bien en ser una digna representante de quienes le confiaron su voto y la eligieron concejala por Talca.
Javiera Isabel Carrera Chávez, nació en Linares, pero desde fines de los ‘90 se convirtió en talquina por adopción. Desde muy joven se dedicó al voluntariado y hace más de una década ha volcado su tiempo a la gestión cultural.
Se considera una buscadora incansable de ideas y propuestas, sobre todo de aquellas ligadas a lo social, ambiental y animalista; pero sobre todo que destaquen por ser auto gestionadas y realizados por la comunidad. Eso la llevó a materializar una diversidad de iniciativas como son el Centro Cultural La Aldea, el Preuniversitario Solidario y proyectos en la línea de fomentar la lectura en niños, jóvenes, adultos y en las zonas rurales.
En dialogo con Diario Talca, esta debutante en las lides políticas y hoy estudiante de administración pública, habló de cómo se gestó su candidatura, sus anhelos y de esa pluralidad que caracterizará el nuevo Concejo Municipal talquino.
Viniendo de un mundo vinculado con la base social, ¿Cómo se generó el aterrizaje en la arena política?
“He tratado de encontrar el origen de eso. Inicialmente me habían contactado por asumir una candidatura a constituyente, pero ahí me dio susto, porque había que estar muy preparado (…) Luego recibí un llamado y me propusieron la opción a concejala, y ahí me dije que no rechazaría un segundo ofrecimiento. Me plantearon ir en una lista de independientes por el Partido Humanista, a lo cual dije que me interesaba, pero que tenía mis condiciones. Enfaticé que era independiente y que quería actuar con independencia absoluta, lo cual fue aceptado.”.
Pero a nadie llaman porque sí y le ofrecen una candidatura. ¿Algo más hay detrás?
“Creo que eso obedece a la vinculación cultural que he tenido por muchos años, pero las redes sociales también hicieron su trabajo.
En Facebook sucedían cosas a las que no les daba mayor importancia, pero que otros me ponían en valor. Yo hacía transmisiones dos veces al día, donde opinaba acerca de la contingencia política, social del país o del ámbito local, y siempre con una mirada crítica y analítica (…) La gente empezó a seguir esas opiniones y parece que algo de eso les llegaba y les hacía coherencia (…) Tomé la decisión porque creo que en estos tiempos los candidatos, al cargo que sean, deben surgir desde el territorio y legitimados por la comunidad”.
¿Y el respaldo de la familia también fue clave para dar el paso?
“Era un desafío muy grande y me comprometí con la pasión de siempre. No fue fácil porque abandoné mi casa durante tres meses, fui una madre y una dueña de casa ausente durante el periodo de campaña. Y aunque ninguno de mis tres hijos apareció en forma pública, su apoyo fue fundamental (…) También el apoyo de los amigos y cercanos fue importante; sobre todo desde su reconocimiento, y que valoren el que hagas una buena pega; y replicar ésta en lugares donde se toman decisiones”.
Una nueva función que sin duda requiere de una preparación previa…
“Reconozco que no tenía mayor conocimiento de las funciones del Concejo, y frente a eso no quedó más alternativa que ponerme a estudiar y prepararse en todo lo que implica el cargo (…) Aun cuando me falta conocer aquellos ámbitos más legales y normativos, he estado apoyándome y recibiendo asesorías en materias específicas (…) Justamente por mis estudios tuve a abogados como profesores, entonces todo calzó para que pudiera meterme de lleno en este mundo nuevo”.
Y en materia de prioridades, ¿qué temas tratarás de impulsar y poner en la mesa del debate?
“Potenciar aquellas líneas que vengo realizando a través de la autogestión. En lo específico, tengo un gran compromiso con lo que es el fomento lector, y que en estos tiempos adquiere una gran trascendencia (…) Hoy la información es un arma de poder muy fuerte, pero sólo está en conocimiento de una elite. Mi punto de partida es que esa información pueda estar al alcance de todas las personas y eso va de la mano con la formación cívica. Es momento de tener ciudadanos informados, maduros y conscientes a la hora de tomar decisiones”.
¿Y esta Javiera Carrera tiene algo de su homónima que destacó en la época independentista?
“Lo único que no tengo es su plata ni su estilo de aristócrata. Pero de ella tengo su carácter, lo apasionada a la hora de asumir desafíos y un gran amor por el territorio; aunque creo que soy más revolucionaria que ella”.
¿Y ese afecto al territorio en qué se fundamenta?
“Es la gente la que te incentiva. Considero que en la actividad pública también deben tener espacio aquellos quienes desean devolver la humanidad; no sólo a las personas, también a los cargos y a sus gestiones. Es hora de mirar a la gente no sólo desde los números o lo técnico, también hay que hacerlo desde la esencia humana”.
¿Y cómo evalúas la variedad de integrantes que conformarán el próximo Concejo Municipal?
“La diversidad siempre es una posibilidad de hacer bien las cosas. Cuando hay muchas miradas distintas, eso también nos hace ver más realidades (…) Amo que haya esta pluralidad en el Concejo. Esta amplitud de visión también es necesaria en aquellas instancias donde se toman decisiones y puedo asegurar que este Concejo es el paso inicial a una generación que quiere hacer bien las cosas; sobre todo en términos de conocimiento de lo que se hace, de compromiso con el cargo y en términos de fiscalización”.
¿Qué le ofrece Javiera Carrera a la ciudad de Talca?
“Trabajar con la pasión, el amor, la convicción y la ética con la que he trabajo siempre. Creo que se viene un fuerte cambio en materia de concejales, porque habrá mucha presencia territorial (…) Estoy muy optimista, aunque el desafío es grande por todo lo que estamos enfrentando desde lo sanitario, la gestión municipal y lo social”.