Durante estas semanas, un gran número de establecimientos educacionales de enseñanza básica y media han retornado a clases en nuestro país. Y según informes de Metored, la temperatura mínima alcanzada en Santiago en lo que va de julio ha sido de 1°C.
Esto ha alertado a expertos en salud ante una eventual alza de la circulación viral, que se refiere a un aumento en la prevalencia y transmisión de virus dentro de una población o comunidad, propagándose más rápidamente de lo habitual.
El Informe de Circulación de Virus Respiratorios del Instituto de Salud Pública de Chile, declaró que en la semana epidemiológica del 30 de junio al 6 de julio, la positividad global de los virus respiratorios llegó al 35,7%, cifra menor en comparación con la semana anterior, que alcanzó un 38,3%.
Frente a ese escenario surge la pregunta: ¿por qué el retorno a clases puede elevar la circulación de virus?
Los estudiantes pasan gran parte del día en espacios cerrados, lo que facilita la transmisión a través de gotitas respiratorias y contacto físico. Además, los niños y adolescentes a menudo comparten artículos personales como útiles escolares o juguetes, lo que puede propagar aún más los virus.
Al retornar a los colegios, los niños se exponen a un grupo diverso de compañeros, incrementando la probabilidad de encontrar y propagar nuevas bacterias. Las aulas, pasillos, comedores y otros espacios comunes son lugares donde los virus se transmiten fácilmente debido a la alta cantidad de personas que se encuentran allí y al contacto con superficies contaminadas.
Además, los más pequeños, tienen sistemas inmunológicos menos desarrollados o inmaduros, lo que los hace susceptibles a las infecciones y contagios.
Para prevenir lo anterior, hay que asegurarse que los niños se laven las manos con agua y jabón regularmente. Si estos presentan síntomas respiratorios como tos o congestión, es recomendable que utilicen mascarillas para evitar infectar a otros. Igualmente, si se presenta fiebre, no deben asistir a clases hasta que se recuperen completamente. También es fundamental ventilar los lugares donde los niños y adolescentes se reúnen, para reducir la concentración de virus en el aire.
Claudia González Académica de la Escuela de Enfermería Universidad de Las Américas