Ministra Ángela Vivanco afirmó que «es muy importante que todas las instituciones tomemos las medidas necesarias para hacer frente a eso”.
¿De qué se trata?
La ministra vocera de la Corte Suprema, Ángela Vivanco, dijo esta semana que “el alza de delitos es un tema que nos tiene que preocupar a todos como sociedad, porque no sólo implica una situación puntual de quienes son víctimas de esos delitos, sino que una situación general de compromiso con la paz social cuando aumenta la criminalidad”.
¿Cuáles fueron sus palabras?
“Lo he dicho en varias ocasiones, cuando hay estas situaciones de aumento de la criminalidad o cambios en la naturaleza o calificación de esa criminalidad, es muy importante que todas las instituciones tomemos las medidas necesarias para hacer frente a eso. Esas medidas -agregó la ministra- pueden ser desde el punto de vista legal, constitucional, desde el punto de vista de las dotaciones y por supuesto de cómo se focalizan y se dirigen esos órganos. Si hay una carencia de fiscales es un tema relevante que tiene que ser asumido en las instancias en la que se puede hacer. Lo mismo sucede con las dotaciones de policías y otros. Creo que es un tema que nos tiene que preocupar como sociedad”, comentó.
¿Qué rol tiene el Poder Judicial?
“Desgraciadamente el Poder Judicial en esa materia poca intervención tiene. Nosotros sólo podemos hacer notar que ojalá actuemos mancomunadamente todos los órganos del Estado en situaciones como estas, pero donde se detectan problemas aquellas autoridades que son llamadas a hacer son las que tienen que tomar decisiones”, sostuvo.
¿Qué acciones se sugiere adoptar?
“No creo que ningún órgano del Estado pueda tomar decisiones inmediatas o al instante porque estamos hablando de recursos humanos y de presupuesto. No nos olvidemos que aumentar las dotaciones de policías y del Ministerio Público tienen que ver con presupuesto y andamiaje legal. No son cosas que se pueden resolver de un minuto a otro. Lo mismo cuando nosotros decimos: necesitamos más dotación de jueces, pero eso no significa que con una varita mágica van a aparecer 20, 30 o 100 jueces más. Es un engranaje institucional que tiene que funcionar. Así que en ese sentido no nos corresponde pronunciarnos sobre pasividades o no, solamente hacer un llamado que estas situaciones hay que abordarlas con todas las complejidades que tienen, para que no queden los temas en el aire”, precisó.
¿Cuál es su opinión respecto a los resultados de la a Encuesta Nacional Urbana de Seguridad Ciudadana (ENUSC) y la baja en victimización?
“A nosotros siempre nos va a preocupar lo siguiente: las encuestas presentan radiografías de un momento determinado y presentan cuál es el número de denuncias en relación con un número anterior; en consecuencia esa es la única comparación que una encuesta hace. El punto más bien es conocer el trasfondo de esto, es decir, ¿hay menos denuncias porque hay menos delitos o hay menos denuncias porque las personas tienen la impresión? La subjetividad de esas denuncias tiene menos utilidad. Este punto más que jurídico es sociológico, que no lo revela una encuesta y tienen que ser estudios un poquito más detallados que investiguen como se cruza la cantidad de denuncias con los delitos que suceden desde el punto de vista que se hace con las distintas fuerzas de seguridad y también cuáles son las impresiones de la comunidad. Eso es un tema bastante más de fondo. A nosotros ese punto de vista, por supuesto que nos importa, particularmente si las denuncias bajaran, pero no bajaran los delitos. Porque eso significaría que el sistema está siendo menos proactivo o efectivo en solucionar este tipo de problemática criminal, pero no basta una encuesta hay que interpretar esos resultados en relación al clima que existe y cuál es la efectividad que se puede constatar”, precisó.
¿Por qué cree que las personas se niegan a hacer denuncias?
“Hace muy mal que muchas veces haya un comentario generalizado de que ‘no se puede hacer nada’ , porque entre que existe la denuncia y se hace algo hay espacios de tiempo, porque se tiene que investigar, y también uno como denunciante tiene que ser proactivo para saber que está pasando con mi causa.(…) Es posible que haya situaciones en que hubo falencias, pero también hay situaciones en que hay profecías autocumplidas de decir ‘no hagamos nada porque no tiene sentido’ y entonces pierde el sentido porque no estoy haciendo nada, En la medida que cívicamente estamos convencidos que las instituciones son capaces de cumplir sus funciones estamos en condiciones de exigirlo. Si tengo una causa en tribunales tengo que averiguar en qué está la causa y lo puede hacer como parte. A veces me ha tocado ver gente que me dice “tengo abogado, pero no sé en qué está la causa”. Son cosas que tienen que ver con nuestra formación y que es importante porque le da mucho mayor operatividad al sistema y si un abogado no cumple con el propósito yo siempre puedo cambiarlo, pero siempre que esté atento a mí causa”, precisó la vocera de la Corte Suprema.
